Pipo Crespo fue un fiel creyente en el servicio público, en la ayuda a los demás sin mirar su color, su religión o su partido político.  Su misión fue  la de dar el máximo por ayudar a los demás.

 

Comienza su vida política en el 1958, participando con el Partido Estadista Republicano de Puerto Rico.   Desde sus comienzos fue un  líder activo, fiel creyente de que Puerto Rico no podía seguir siendo una colonia por lo que defendió la Estadidad como la única alternativa viable para  conseguir la igualdad y el bienesr de su pueblo.  En las elecciones del año 1960, fue candidato a la cámara de Representantes de Puerto Rico, donde señalaba que "defendió la Bandera Americana con las armas, hoy le era más fácil defenderla con un lápiz".  En aquel entonces pedía el voto bajo la insignia del mapa de Puerto Rico y la Estrella, pero no consiguió llegar a la Cámara de Representante ni el Partido Estadista  Republicano ganó las elecciones.

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Pero su vida política apenas comenzaba, en el 1967, se desafilió de su partido para unirse a Don Luis A. Ferrer en el Plebiscito celebrado en Puerto Rico al inicio de ese año.  Ese mismo año forma parte de los fundadores y organizadores del Partido Nuevo Progresista, siendo  su primer Presidente en Camuy.  En esas elecciones sale electo Don Luis A. Ferrer gobernador de Puerto Rico.   Hubo una gran amistad entre Pipo y Don Luis, amistad que perduró por todas sus vidas y que sirvió de inspiración para las luchas que ambos tendrían que enfrentar luego de esas elecciones de 1968.

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Fue precisamente esa Amistad la que motivó a Pipo a postularse como Candidato a Alcalde de Camuy para las elecciones de 1972.  La ayuda que Don Luis Ferre le dió fue muy buena y acertada, siendo un gran impulso para la economía y el progreso de la  comunidad Camuyana.  Se construyeron carreteras, parques, canchas, escuelas, se extendió el Sistema de energía eléctrica  y de agua potable por varios de los barrios de Camuy.

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Podemos señalar sin lugar a equivocarnos, que Pipo Crespo siempre utilizó su posición política para ayudar a su pueblo y a aquellos que en una manera u otra no habían sido atendidos en la forma adecuada.  A pesar de no haber ganado,  su candidatura de alcalde en Camuy, continuó trabajando y colaborando  en su Partido Nuevo Progresista.  En el 1976, cuando Don Carlos Romero Barceló fue electo gobernador, Pipo fue nombrado Director Político del Distrito Senatorial de Arecibo.  De esta forma paso a formar parte de la Mesa Presidencial del Partido.  Pasando más tarde a convertirse en  Miembro del Comité Ejecutivo Central del Partido Nuevo Progresista (PNP).

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Sus ejecutorias políticas fueron muy fructíferas para la Zona Norte de Puerto Rico. Siempre estuvo muy atento a las necesidades del Sistema Educativo del País.  Se interesó por la construcción de nuevas escuelas y en todo lo que afectaba a los estudiantes en su proceso formativo e integral.  Su activa participación fue clave para que en los años del 1983 al 1984 se lograra la construcción de la Escuela Superior Santiago R. Palmer, en el Barrio Quebrada de Camuy.  Actualmente Escuela Superior Miguel Felipe Santiago Echegaray.  Más adelante participó en las decisiones finales para la aprobación de muchas otras escuelas en Puerto Rico, incluyendo la Escuela Superior Urbana, que lleva su nombre Luis Felipe (Pipo) Crespo y la Escuela Elemental de la Comunidad Puente Zarza (Amalia López De Avila), ambas en Camuy.

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En el año 1988, su Partido Nuevo Progresista lo vuelve animar y de nuevo entra en la carrera política,  aceptando la candidatura a Senador por el Distrito de Arecido.  Este distrito estaba compuesto de los pueblos de: Quebradillas hasta Vega Baja, incluyendo Utuado, Jayuya y  Florida.  Baltazar Corrada del Rio fue el candidato a gobernador por el PNP en esa elección.  Fue un trabajo arduo de llevar el mensaje a través de toda la región sobre el partido y el candidato.  Lamentablemente Pipo ni el partido alcanzaron la victoria.

Básicamente, su vida política finaliza a comienzos de la década de los 90.  Pero cabe destacar que  todo el tiempo que estuvo involucrado en la política ayudó a diferentes personas sin mirar sus afiliaciones políticas, raza, ni estatus.  Su mayor satisfacción fue siempre ayudar a todo aquel que buscó de sus servicios.